Nuestra ganadería nació hace varias generaciones en el corazón de la Sierra de Guadarrama. Con esfuerzo y dedicación, nuestra familia comenzó criando un pequeño número de animales, transmitiendo de padres a hijos el respeto por la tierra y la pasión por el oficio ganadero.

Con el paso de los años, la ganadería creció, pero siempre manteniendo los mismos valores: constancia, cuidado responsable de los animales y un vínculo profundo con el entorno natural. Cada generación ha aportado su granito de arena, adaptando el trabajo a los tiempos sin perder la esencia familiar.

Hoy seguimos manteniendo la tradición que nos define, pero con una mirada puesta en el futuro. Incorporamos prácticas responsables y sostenibles que aseguran el bienestar de los animales y la preservación del paisaje de la Sierra de Guadarrama.
Nuestro objetivo es que esta forma de vida continúe, fiel a sus raíces y con la misma ilusión que motivó a quienes nos precedieron.